jueves, 17 de mayo de 2012

¿Qué se comió a los chicos del taller?



Fotograma de las imágenes emitidas por la KETK-TV. Tres trabajadores son hallados muertos  y parcialmente devorados cerca del taller mecánico donde trabajaban.

La prensa escrita también se hizo eco de la noticia en su momento.  La imagen inferior pertenece a un fragmento del Palestine Herald, de casi tres semanas de antigüedad.


"Instantáneas del Apocalipsis", recopiladas por J. Shepard

(Fotografía y montaje de Morguez. Efectos de Jack)

lunes, 14 de mayo de 2012

Nos dan un Premio Liebster!


A medias sorprendidos y encantados, recibimos ayer la notificación de Von Speek de que nos había entregado un Premio Liebster. Estos premios se entregan (me entero después de realizar una exhaustiva investigación en Google) a aquellos blogs  que "por su esencia y contenido merezcan ser dados a conocer a todos los rincones de la blogosfera". Ahí es ná ¡Nosotros estamos entre esos señores!


Como el premio nos ha sido otorgado por nuestra -aún incipiente- campaña de All Things Zombie, el premio hay que repartirlo entre aquellos que colaboran en ella y aportan su propio granito de arena, a saber: Jack, por su escenografía y su diario de un superviviente; Morguez, porque tiene unas manos que me sigue asombrando para la escenografía "rápida, barata y resultona"; y Oz, por el estupendo trasfondo creado para la campaña, y porque siempre está dispuesto a apretar las tuercas un poco más durante las partidas.


Las condiciones del premio son: 


1.- Copiar y pegar el premio en el blog y enlazarlo al blogger que te lo otorgó.
2.- Señalar tus cinco blogs preferidos con menos de 200 seguidores y escribir comentarios en sus blogs para que conozcan que han recibido el premio.
3.- Y, por último, esperar a que esas bitácoras continúen con la cadena y elijan a sus 5 blogs preferido.



De modo que, con el permiso de Jack, estos son los blogs a los que me gustaría otorgar el premio. No están todos los que son porque algunos hace ya tiempo que superaron el techo de los 200 seguidores, pero a estos en mi opinión no les falta calidad para superarlos más pronto que tarde:


La Puerta de Ishtar. Toda una muestra de cómo un proyecto personal puede acabar convirtiéndose en sitio de referencia -en este caso en el panorama rolero nacional- cuando se aborda con cariño y esfuerzo. Vale la pena asomarse a su blog.


Plástico y Metal. Porque Keyan Sark lleva jugando y pintando muchos años, con sus aportaciones empecé a entrever que hay muchos más mundos por explorar más allá del cuadragésimo primer milenio. Y porque es "un jodido pozo de sabiduría friki", y yo de mayor quiero ser como él. 

291º Death Korps of Krieg. Porque me encanta la manera en que ha creado un ejército de la guardia imperial perfecto: bien pintado, con un organigrama lógico y con un trasfondo coherente. Empecé mi andadura con este blog mirándome en parte en él, la verdad. No tengo ni idea de si gana muchas partidas, pero eso a quién le importa...

Be tropical, my friend Este blog lleva tiempo parado, y lo considero una lástima. Le entrego el premio esperando que se anime a lanzarse otra vez a actualizar su blog, y porque refleja una manera de entender el hobby que yo comparto; las reglas son solo una herramienta para hacer las partidas emocionantes y no una palanca para desguazar al contrario. A veces vale la pena dejarse vencer si con ello te echas unas risas de más...

Romanitos y otras batallas Porque siempre que me asomo a este blog me sorprendo con proyectos nuevos y originales y me recuerda cuántas cosas me quedan por jugar (y que poco espacio queda en mi armario...)

¡Y ahora, que continúen la cadena!

miércoles, 9 de mayo de 2012

Alexander, superviviente

Me faltaba presentar al último de los protagonistas de nuestra campaña de ATZ; se trata de Alexander Grey, vecino y amigo de Jack y también ex-cliente habitual del Joe's.

(El nombre completo del lugar era "Greasy Joe's". Reflejaba con fidelidad el espíritu del establecimiento, pero nunca les pareció un nombre muy acertado comercialmente. Desde las restricciones las raciones de pizza eran diminutas, con solo dos ingredientes y a un precio escandaloso. Nada de eso importa ya, claro, teniendo en cuenta que Joe ya no está en condiciones de cocinar más pizzas...)


Curiosamente no sabemos mucho de Alexander aunque hayamos coincidido con él a menudo; tan solo que es vecino de Jack, que fueron compañeros de estudios y que comparten compartían pizza y cervezas varias veces por semana en aquel tugurio. Bueno, y de su particular interés por las chicas pelirrojas. Si tienen pecas, mejor. El libro de los gustos está en blanco... ahora sí que vamos a tener tiempo de sobra para conocernos mejor.


No os dejéis engañar por el aspecto de este postadolescente: ahí donde lo veis tuvo los suficientes cojones redaños para cruzar la calle en medio de los tiros, la sangre y los muertos; esquivar a la turba enloquecida y  la policía con exceso de celo; y a los caminantes; y luego meter las manos en un charco de sangre y vísceras para hacerse con una preciada pistola perteneciente -la pistola, la sangre y las vísceras-  a una desafortunada poli, el día en que todo empezó a irse al carajo.
Algo me dice que esa pistola va a ser un recurso muy valioso estos próximos días...


(La mini es de Hasslefree y está pintada por nuestro amiguete Abel en un tiempo récord. Algún día me explicará cómo lo ha hecho para hacerlo a ese nivel...)

martes, 8 de mayo de 2012

II Jornadas de Rol y Juegos de Mesa de Huelva



Ya estaba tardando mucho en publicar esto, y casi se me pasa. Los chicos de Tierras de Fantasía celebran este fin de semana sus II Jornadas de Rol y Juegos de Mesa. Tratándose Huelva de una ciudad pacata, inmovilista y con una tremenda afición a lo cañí rancio, iniciativas como esta me resultan refrescantes. Con esta van dos, y espero sinceramente que lleguen muchas más. En Huelva hay bastante afición y bastante buena, pero como siempre desperdigada en grupúsculos y descoordinada a la hora de organizar cualquier tipo de evento...
La asociación Mentes Hexagonadas (hay que darse un poco de autobombo) estará también presente en la organización, encargándose de los juegos de mesa.


VIERNES
Viernes tarde - 17:00 a 23:00
17:00 Apertura
17:30 (en adelante) Concurso: Atrapa tu boleto.
17:30 Partida de rol: Tengen Toppa Gurren Lagan
17:30 Partida de rol: Haunted House 
17:30 Partida de rol: Orpheus
17:30 Partida de rol: Assassin's creed
19:00 Torneo juegos de mesa: "Bang"
19:30 Torneo videojuegos: Pro Evolution Soccer
20:00  Torneo  juegos de mesa: "La danza del huevo"
21:00 Rol en vivo: Tormenta

SÁBADO - 11:00 a 22:00
Sábado mañana11:30 (en adelante) Concurso: Atrapa tu boleto11:45 Partida de rol: Paranoia11:45 Partida de rol: Saw11:45 Partida de rol: Aventuras en La Marca del Este11: 45 Partida de rol: Deathwatch RPG

12:30 Torneo juegos de mesa: "Carcassone"
13:30 Torneo juegos de mesa: “De Mudanzas
Sábado tarde
16:00 Ponencia: Bases para la creación y edición de un juego de rol.
17:00 Torneo juegos de mesa: “King of Tokyo
17:30 Partida de rol: ¡Gañanes!
17:30 Partida de rol: Mundo de Tinieblas
17:30 Partida de rol: "El recuerdo de como habló..."
18:15 Torneo juegos de mesa: “Colonos de Catán
20:15 Torneo juegos de mesa: “Time's up
21:00 Rol en Vivo: La boda


DOMINGO 11:00 a 21:00
Domingo mañana
11:00 Partida de rol: Trasgos y Mazmorras
11:45 Partida de rol: Vampiro: Edad oscura
11:45 Partida de rol: ¡Zombies!
12:00 Rol en vivo: Saw
12:15 Torneo juegos de mesa: “Wings of war”
13:00 Torneo juegos de mesa: “Jungle Speed
13:00 Ponencia: Iniciando a los juegos de rol.
13:00 Torneo videojuegos: Super Smash Bros Brawl.
Domingo tarde
16:00 Partida de rol: Shotgun diaries
16:00 Partida de rol: Changeling
16:00 Partida de rol: 7º Mar
16:00 Partida de rol: Fairy Tail
17:00 Torneo juegos de mesa: “Escape from the Aliens in Outer Space”
18:00 Torneo juegos de mesa: “Dice Town
20:00 Clausura. Entrega de premios y sorteo tómbola.



viernes, 4 de mayo de 2012

ATZ. El incidente de la Granja Bumstead


Día -2. Palestine, Texas.
El incidente de la granja Bumstead. Un grupo de muertos (los denominados "Glotones") permanece  en la granja Bumstead sin ser advertido por las fuerzas de seguridad, mientras devora a las reses de su interior. Diez días después consiguen salir del edificio y avanzar por los descampados que rodean el cementerio de East Hill, llegando hasta la calle East Spring. Los muertos aparecen de improviso junto a los aparcamientos traseros de la Primera Iglesia Presbiteriana, donde se ubica uno de los numerosos campamentos de refugiados. Los muertos se abalanzan sobre los desprevenidos civiles, que huyen presa del pánico. La estampida provoca sucesivas oleadas al contagiarse entre los campamentos vecinos. Los heridos y muertos por aplastamiento se constatan por decenas.
Algunos miembros de la policía, con caballos y equipo antidisturbios, y soldados del 3º Pelotón de Reserva intentan contener y controlar a la multitud pero son sobrepasados en diversos puntos. Los muertos se entremezclan con los vivos aumentando la confusión. Los miembros de las fuerzas de control abren fuego sobre el gentío, incapaces de distinguir a unos de otros.


Este fue el segundo escenario de nuestra particular campaña de All Things Zombie, donde nuestros protagonistas se vieron envueltos en uno de los sucesos más dramáticos del destino de Palestine. Al igual que en el primer escenario de la campaña, le habíamos añadido algunas reglas caseras para representar la situación de caos y confusión, y la estampida de los civiles enloquecidos por el pánico. Si alguien está interesado puede usarlas como mejor le parezca, puede conseguir las reglas en este enlace.
Viéndolas con perspectiva, habríamos cambiado algunas para dar aún mayor dinamismo. Incluso un civil podía defenderse con relativa facilidad contra un único zombi, lo que resultaba en un zombi derribado de culo en el suelo y los civiles huyendo en algunas direcciones insólitas...

(NOTA: la pizzería de Joe se cambió de ubicación después de tomar la foto para centrarla más en la acción, y se colocó frente al campamento. Si la ves en medio de la avenida tu mente te está jugando una mala pasada...)

TURNO 1 (Zombis 2, Civiles 1, Jugadores no mueven)
Antes de empezar el primer turno comienzan haciéndose las tiradas previas. Se obtiene un resultado de dobles en 2D6, y un coche patrulla aparece casualmente en el extremo oeste de la avenida. A la vez trece caminantes aparecen arrastrándose por la carretera junto al campamento







¿Y dónde se encuentran los protagonistas de nuestra historia? Jack y Alexander se encuentran tomando un trozo de pizza grasienta en Joe's, frente al campamento de los refugiados:










Robert camina por la avenida cuando ve pasar a un coche policial haciendo la ronda. Se encamina hacia la tienda de comestibles de Sam...









... y a cincuenta metros de él, sin percatarse de su presencia, Joseph y Ada se dirigen a la misma tienda...














...donde trabaja Ann, su esposa.


















La muchedumbre de muertos avanza por la calzada hacia varios peatones que no se han percatado aún de su presencia. Dos de ellos se internan entre las tiendas de campaña de los refugiados, atraídos por la actividad del campamento.










TURNO 2 ( Civiles 3, Jugadores 2, Zombis no mueven)
Los civiles apenas reparan en la presencia del grupo que se acerca: la mayoría no los ven, otros se hallan lejos como para distinguirlos. Muchos de ellos no han visto un caminante más allá de las noticias, y qué diablos...los controles están funcionando bien ¿no?
La oficial Beth y agente MacTaff llegan a las inmediaciones del campamento y bajan del coche
- "¿Qué coño hacen esos tíos en medio de la carretera?"



TURNO 3 (Nadie mueve)
Ninguno de los bandos supera su tirada de activación pero dos de ellos son un doble 6, de modo que se activa un evento aleatorio. Alguien efectúa varios disparos desde una ventana y provoca el pánico entre los civiles, que en el turno siguiente comienzan a huir en todas direcciones.


TURNO 4 (Jugadores 2, civiles y zombis no mueven)
-"¿Eso no ha sido un tiro?"
Jack y Alexander salen de la pizzería al escuchar el griterío al otro lado de la cristalera. En el interior del campamento se ve algún tipo de alboroto, pero es difícil ver nada claro entre los bultos de las tiendas y la caravanas. 
Unos metros más abajo, Joseph y su hija Ada se apresuran a girar la esquina para refugiarse en la tienda donde les espera Ann, contemplando con cautela a los policías cercanos.
Al escuchar los tiros al final de la calle, Robert decide tomar una calle lateral que a todas luces parece más tranquila. Si ve que hay problemas siempre puede volverse por donde ha venido...


¿Tienes un dolar, guapo?



TURNO 5 (Zombis 4, Civiles 3, Jugadores 1)
Los muertos mueven primero en esta ocasión y se lanzan sobre sus presas. Varios siguen adentrándose en el campamento, otro se abalanza por detrás sobre la mujer que esperaba en la cabina de teléfonos, pero ésta consigue esquivarlo y salir huyendo.
El grueso del grupo se abate sobre los dos policías. McTaff apenas si tiene tiempo de encañonarlos con su escopeta y abatir a dos...


Beth no tiene tanta suerte y cae ante sus ataques, y empieza a ser devorada. McTaff presencia horrorizado la escena y falla su chequeo de "Contemplar el Festín", huyendo en dirección hacia el coche patrulla.


TURNO 6 (Zombis 4, Jugadores 1, Civiles no mueven)
La fortuna parece cambiar para los aterrorizados civiles. El eco de una sirena se hace audible por momentos, y un nuevo coche patrulla aparece al extremo de East Spring mientras los zombis continúan atacando salvajemente el campamento.
Otro de los zombis se lanza en solitario hacia el conmocionado policía, pero McTaff sigue sin ser una presa fácil y lo elimina a culatazos de escopeta.


Mientras tanto, Robert ha evitado el tiroteo la manzana a través de las calles laterales y entra apresuradamente en la tienda, donde se hallan refugiados Joseph, su mujer y su aterrorizada hija. Unos metros calle arriba Jack observa confuso la violencia que parece reinar en el campamento y ve caer a una chica en la acera de enfrente. Aunque su sentido común le grita que se aleje él acude a socorrerla, pero una figura se lanza enloquecida hacia él desde detrás de un arbusto...




...obligándole a huir.


TURNO 7 (Jugadores 2, Civiles y Zombis no mueven)
El turno se resuelve de manera rápida. Jack se refugia en la tienda cercana, prácticamente en estado de shock, y Alex decide hacer lo mismo.


TURNO 8 (Jugadores 3, Civiles 1, Zombis no mueven)
El sonido de las sirenas aumenta con una lentitud que se antoja desesperante. Encerrados tras la relativa seguridad que ofrece el escaparate de la tienda, los jugadores observan el caos que se ha desatado. Robert describe las escenas que se ven desde la cristalera mientras el resto escucha mudo por la impresión. El loco que hacía unos instantes perseguía a Jack había abandonado su persecución en mitad de la carrera, abalanzándose sobre otro desafortunado que se hallaba cerca. No parecía haber tenido tanta suerte, y ahora se estaba ensañando con él.




TURNO 9 (Jugadores 1, Civiles y Zombis no mueven)
El turno es rápido; mientras Jack se recupera del shock Robert empieza a revolver la tienda -bajo la mirada desaprobadora de Ann- buscando algo con lo que poder defenderse llegado el caso ¡Y tiene suerte! Tras uno de los armarios encuentra un hacha anti incendios. Está cubierto de polvo, pero todavía conserva el filo. Jack por su parte coge el cuchillo de cortar fiambres del mostrador.


TURNO 10 (Civiles 4, Jugadores 3, Zombis 2)
Los refuerzos de policía llegan por fin a la escena. El oficial Baker, un gigantón miope con malas pulgas, baja del coche con la escopeta en ristre y elimina a un zombi. Su compañero Bob -un  veterano entrado en carnes al que sus compañeros apodan "Cardio"- lucha por abrirse paso a través de la muchedumbre que se agolpa en la esquina, unos intentado huir y otros que observan aún confusos la escena. Sin más remedio efectúa un disparo al aire y consigue paso libre, pero al precio de aumentar la confusión y el pánico...
Dentro de la tienda, Joseph se hace con una pesada tubería de cobre. No es gran cosa, pero blandida con fuerza seguro que puede aplastarun cráneo...


TURNO 11 (Zombis 1, Jugadores y Civiles no mueven)
Los horrores no han acabado para el curtido agente McTaff. La oficial de policía Beth, parcialmente devorada, se reincorpora y se lanza junto a sus dos devoradores contra el que fuera su compañero. Ahora es uno de ellos. Sin embargo McTaff hace toda una demostración de sangre fría y acaba con dos de ellos  a culatazos. 




 Mientras tanto los muertos siguen acorralando a más víctimas en medio del campamento...




TURNO 12 (Zombis 3, Jugadores y Civiles no mueven)
Una de las víctimas, caída junto a la cabina de teléfonos, vuelve a la vida y comienza a acercarse al agente Baker, que intentaba ayudar a McTaff. Sin embargo antes de poder llegar hasta su víctima Baker consigue girarse y le vuela la cabeza de un disparo de escopeta.




TURNO 13 (Jugadores 2, Zombis 1, Civiles no mueven)
Desde la tienda, Alexander contempla el lugar donde la oficial Beth cayó por primera vez. Su pistola se halla tirada sobre el asfalto, en medio de un inmenso charco de sangre. Ignorando los consejos de sus compañeros, Alex sale de la tienda y se escabulle por detrás de los coches patrulla para recogerla, procurando no llamar la atención.
Mientras, entre las caravanas del campamento, un nuevo civil cae presa de los muertos.


TURNOS 14 Y 15 (nadie mueve)
Todas las facciones fallan sus tiradas de activación, por lo que no se efectúa ninguna acción. Sin embargo los contadores de "Festín" y  "Tembleque"  continúan avanzando...


TURNO 16 (Civiles 1, Jugadores y Zombis no mueven)
Aprovechando la activación la mayoría de los civiles supervivientes comienzan a escapar del lugar, confluyendo hacia el cruce donde se hallan los policías.






TURNO 17 (Jugadores 1, Civiles y Zombis no mueven)
Alex consigue llegar hasta la pistola de la agente caída y recogerla. Espoleados por el ejemplo de su amigo y desoyendo las advertencias de Joseph y Ann, Robert y Jack se deciden a salir. "Podemos escapar de aquí por el callejón", dice Robert. Nada más salir a la calle se encuentran de bruces con una muchedumbre que huye aterrorizada y amenaza con abrirse paso incluso a través de ellos, y se ven obligados a luchar para mantenerse en pie...




TURNO 18 (Civiles 2, Jugadores y Zombis no mueven)
El caos termina de desatarse. Civiles y muertos rodean a los policías por igual y reina la confusión. MacTaff dispara a bocajarro contra el zombi que está a su lado y falla. A punto de perder los nervios definitivamente, descubre que se ha quedado sin munición.
Baker comienza a disparar a diestro y siniestro, el primero de los disparos derriba a la figura más cercana... ha disparado por error contra un niño. Sin darse cuenta siquiera, intenta sin éxito acabar con el zombi que acosa a MacTaff.
"Cardio" Bob utiliza su voluminoso cuerpo para abrirse paso entre la gente que huye hasta tener un buen ángulo de disparo, y consigue por fin acabar con el zombi de MacTaff.
Por su parte Robert y Jack intentan mantener el equilibrio frente al empuje de la gente...Jack cae sin aliento ante un codazo mal colocado, para a continuación notar el tacón de una bota clavarse tras su oreja. Musitando una maldición, Jack se hunde en la inconsciencia.


TURNO 19 (Civiles 3, Jugadores 1, Zombis no mueven)
Con varios zombis a escasos metros de distancia y en medio de una muchedumbre que huye despavorida, las cosas empiezan a ponerse feas para Robert y Jack. Robert se coloca ante su amigo intentando protegerlo, mientras enarbola el hacha para disuadir a quien se acerque. La medida parece tener éxito momentáneo.
El agente Bob, por su parte, derriba a uno de los zombis cercanos -aunque no lo elimina-  dando a la gente un valioso tiempo para huir.
Alexander, pistola en mano, comienza a retirarse calle abajo junto a otros ciudadanos. Su intentona ha tenido éxito, por esta vez.


TURNO 20 (Jugadores 3, Civiles 1, Zombis no mueven)
Robert consigue reanimar y poner en pie a Jack, pero vuelve a caer derribado por el empuje de la gente.
El agente McTaff dispara contra uno de los zombis pero falla el tiro; uno de los civiles cae muerto en su lugar.
Por su parte el agente Bob le vuela los sesos a un nuevo zombi y comprueba que no hay más peligros inmediatos. Luego repara en la figura de Robert, inclinada con un  hacha sobre la figura inconsciente de Jack, y le da el alto:
-"¡Usted, tire el arma de inmediato"!
Viendo el cariz que ha tomado la situación Robert decide que es mejor obedecer, de modo que arroja el hacha y levanta las manos... 


EPÍLOGO
El tiroteo perduró durante veinte minutos. La policía recibió el refuerzo de una patrulla más y limpió el campamento de la presencia de zombis. Un agente fue herido, y fue aislado y puesto en cuarentena en el Hospital Regional.
Varios de los civiles sobrevivientes llegaron hasta el campamento cercano del Banco Nacional de Texas Este. El pánico se extendió como la pólvora, entorpeciendo las labores de control de la policía y creando tumultos que debieron ser sofocados y causaron decenas de muertos y heridos. Diez veces más víctimas que las que habían provocado los zombis de Bumstead.




En cuanto a los protagonistas, todos salieron vivos y más o menos indemnes. Alex escapó antes de que la situación se hiciese insostenible con una pistola reglamentaria a modo de ilegal botín.
Jack fue atendido de las contusiones por Joseph y Ann, que consiguieron introducirlo en la propia tienda en medio de la confusión.
Robert fue esposado y detenido por un agente Bob con pocas ganas de explicaciones con cargos por agresión con arma blanca y alteración del orden público. Fue liberado varias horas después bajo juramento: la oficina del sheriff se hallaba demasiado sobrecargada de trabajo.

martes, 1 de mayo de 2012

Diario de un Superviviente I


ENTRADA 1.

Nadie estaba tranquilo. Ni siquiera Joe, el hombre que tenía mantequilla por sangre. Estaba con Alexander Grey, un viejo conocido, atiborrándonos de pizza gracias a una oferta poco común. 

En aquellos días previos al caos, la gente vivía en una calma tensa, entregándose a rutinas, pequeños placeres y, en general, aprovechando el momento. 

Recuerdo una discusión sobre terminología, un intercambio de pareceres entre refresco de cola y la constante musiquilla de la antigua máquina recreativa. Una chorrada, seguro, pero que mantenía nuestras mentes ocupadas y alejadas de la conspiranoia que inundaba todo. 

Acababan de instalar un pequeño centro de atención primaria en el descampado cercano, pero aún así, los negocios próximos no estaban precisamente concurridos. Joe nos echó un vistazo y con su simple mirada estimativa nos preguntó si ibamos a querer más. Miré a Alex y negué con la cabeza, ya había llegado a mi tope. Retomamos entonces el eterno debate que siempre nos rondaba la cabeza.

La máquina de marras volvió a barbotar la melodía con la que intentaba atraer a nuevos jugadores. Justo entonces, como un efecto de sonido más del clásico videojuego, en el exterior sonaron unos disparos. 

Derramé la bebida y contuve un hipido nervioso. 

Alarmados -el mismo Joe se escondió inmediatamente tras la barra-, esperamos atentos a lo que sucedía. Sin movernos. Como si el más simple de los movimientos fuera a ocasionar algo. 

Pronto las sirenas de la policía de Palestine resonaron por todas partes. Había gritos. Y más disparos. 

Sin mediar palabra nos acercamos a la cristalera que se abría a un mundo extraño y lleno de peligros. Gente corriendo sin objetivo aparente. Mujeres, niños... Y poco más. 

Le hice un gesto a Alex y abrimos la puerta de entrada. Los disparon se sucedían, y con ellos la loca carrera de muchos vecinos y conocidos que, sin preocuparse de convencionalismos, pugnaban por hacerse un hueco en su desorganizada escapada.

¿De qué huían? ¿Un psicópata estaba haciendo de las suyas? ¿Otro chaval que la emprende a tiros con el mundo que odia?  

Cruzando la calle vi caer a una chica. Creo que era la hija de Billy el Polaco, un tendero de un par de calles más arriba. Era simpática, pero lo que siempre me había atraído más de ella eran sus vestidos ceñidos, siendo sincero. 

Empujado más por la testosterona que por la adrenalina -y un estúpido sueño de recompensa que rápidamente se materializó en mi desbocada imaginación-, corrí hacia ella para intentar ayudarla.

No llegué ni a tocarla. Un tipo seboso y mucho más rápido de lo que podría haber imaginado, se abalanzó sobre mí. De entre la vegetación del descampado, saltando por encima de ¿Lana? -¿se llamaba así?-. Su boca abierta en un gesto de asombro estúpido, pero con una ira irrefrenable.

  

Me ví luchando a empellones con el lunático, olvidando cualquier heroicidad movida por la belleza de la chica. Había otro más cerca mía, y no sabía si estaba tan desquiciado como el que me atacaba. Pronto lo más importante era mi propia seguridad y -ahora que lo recuerdo me produce una profunda vergüenza- conseguí zafarme de mi asaltante y correr a buscar refugio en la tienda de Anne. Dejé atrás a esa pobre... Dios, perdóname. Lo siento.

En aquel momento me convertí más en animal que hombre -en un animal ciertamente patético-, ya que cualquier otro sentimiento secundario -como preocuparme del estado de mi amigo Alexander- fue ahogado por el instinto de supervivencia. Chillaba por dentro aunque por fuera no tuviera capacidad ni para balbucear. El estómago se me descompuso y aún tuve tiempo para pensar que aquello no estaba pasando. Que era una broma e iba a quedar como un idiota.

En el interior de la tienda se encontraba la familia Davies al completo (Joseph, Anne, y su joven hija Ada), así como un amigo común, Robert Rivas, un artista local muy conocido. No se sorprendieron de verme, y dado mi estado tampoco me preguntaron nada. 

Robert nos fue describiendo todo lo que pasaba afuera, observándolo a través del escaparate. Cómo algunas personas se abalanzaban encima de otras, hiriendo y, aparentemente, matando como bestias salvajes descontroladas. Tal era su furia homicida que parecían alimentarse de sus víctimas, desgarrándolas mientras aún estaban vivas.

En todo momento mantuvo la calma y, quizás, a pesar del horrible cuadro que pintaba con sus palabras, ello me ayudó a recuperarme. Al menos en cierta medida, el corazón desbocado y el temblequeo de piernas apuntaban en otra dirección. Pero en las palabras de Robert había una realidad subyacente. Pasara lo que estuviera pasando, la supervivencia de cada uno no se garantizaba lloriqueando en una esquina. Me levanté y reprimí las naúseas.

A pesar de que todo parecía indicar que más patrullas de la policía estaban llegando -pues las sirenas eran ya ensordecedoras-, nada nos daba a entender que aquello se estuviera controlando. El peligro era inmediato y, aunque no teníamos claro si permanecer en la tienda o huir a nuestras casas, buscamos cualquier objeto que pudiera servirnos como arma.

Robert encontró un hacha anti-incendios herrumbrosa en el almacén, Joseph se hizo con un trozo de tubería de cobre y yo rebusqué hasta encontrar un cuchillo mellado. Desde luego, no estábamos armados para hacer frente a aquello, pero fue lo mejor que pudimos conseguir. Miré mi cuchillo y me debatí entre la duda de lo eficaz que sería frente a uno de esos maniacos.

En aquel momento tuve un breve atisbo de preocupación por la suerte de Alexander -estaba ahí fuera, en alguna parte- pero sabía que era alguien que podía cuidarse perfectamente solo, y si no había llegado a la tienda probablemente estaba en un sitio mejor. Quiero decir más seguro...  luego averiguaría a dónde le habían dirigido sus pasos.

Anne intentaba tranquilizar a Ada, limpiando sus lágrimas y prometiéndole mil y un premios. Reuní coraje y les dije a mis compañeros que saldría, que intentaría salir de allí. Debíamos volver a la seguridad de nuestros hogares, donde ningún maniaco ni bala perdida amenazara nuestras vidas. Cabía la posibilidad de que la policía no pudiera hacerles frente, y prefería estar muy lejos a pasar horas asediado por un número desconocido de violentos agresores.

Abrí la puerta principal y salí. En aquel momento no estaba seguro de si Robert me seguía, al menos hasta que noté su mano amiga cuando caí frente a la masa descontrolada e histérica.

En la calle se había desatado un infierno. La gente corría por todas partes y los policías no parecían distinguir entre amigos y enemigos. Los gritos y las órdenes se entrecruzaban en medio de los chisporroteos de las radios y las sirenas. Un policía se giró, miró en nuestra dirección y un chaval que pasó corriendo a escasos metros de mí recibió un disparo. ¡Un policía había disparado contra un niño!  

Completamente sobrepasado, intentando avanzar en dirección contraria a la masa, huyendo de la misma policía, me derribaron una y otra vez. Me pegué contra el muro y descubrí que en efecto Robert estaba conmigo.  

Mientras tanto, el tiroteo, entremezclado con la cacofonía de gritos de pánico y chillidos de dolor, continuaba.  Un auténtico pandemonio en el que diablos y ángeles morían por igual.

Hubo un momento en el que la policía pareció dominar la situación. Tras varios disparos, hubo unos intantes de calma. La voz autoritaria de un oficial nos ordenó tirar las armas. Tanto Robert como yo lo miramos estupefactos, incrédulos ante la idea implícita de que nosotros pudieramos constituir una amenaza para alguien. 

Robert tiró el hacha, yo hice lo mismo con el cuchillo... 

Otro tipo malcarado corre hacia mí con el miedo dibujado en su cara. Un rodillazo... un impacto posterior. La negrura se hizo dueña de mi mente y caí inconsciente. El dolor me fue ajeno. Solo sentí una escalada de terror, frío y distante, un último momento de reflexión antes de desaparecer: ¿Voy a morir?

No sé exactamente qué pasó en aquellos momentos. Hoy, con lo que sé y el relato de mis compañeros, he podido reconstruir una parte del rompecabezas que fue aquella pesadilla, y que solo sería el pistoletazo inicial para todo lo que sucedió después.  

Ellos estaban ya en Palestine. Los que desafiaban la misma naturaleza, el orden de las cosas, trayendo muerte y dolor para todos. 

Ya no había sitio seguro.  

Y la vida, tal y como la habíamos conocido, se convirtió en algo mucho más complicado.

 

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