Pues aunque parezca lo contrario, queridos lectores, esta nave sigue en funcionamiento y tripulada. Maltrecha y a la deriva, con los sistemas de propulsión dañados y su tripulación en estado hibernación, pero viva.
Por circunstancias laborales no tengo tiempo material (¡ni fuerzas!) para coger los pinceles y el cartón pluma, y este humilde blog lleva criando telarañas desde agosto (¡imperdonable!). Tanto que he llegado a olvidarme de celebrar su tercer cumpleaños (¡más imperdonable aún!). Lo cierto es que el escaso tiempo que he tenido libre lo he dedicado -obligaciones del Mundo Real aparte- más a jugar y colaborar organizando actividades de nuestro club de juegos que a los pinceles, la verdad. Sigo intentando recuperar con esfuerzo el ritmo perdido, y espero volver a mostrar pronto terminadas algunas de las minis que me observan con reproche desde la bandeja de pintado.
Mientras tanto sigan a la escucha, ciudadanos...
