lunes, 23 de noviembre de 2015

ATZ. Ruido de estática.

El sonido del helicóptero cercano ha dado nuevos ánimos al grupo: tal vez exista algo de orden y seguridad en algún lugar. Para intentar localizarlo han decidido acercarse al cercano pueblo de Alto, donde creen poder hacerse con una emisora con la que contactar con su piloto. Sin embargo las posibilidades siguen siendo remotas, y las poblaciones se han convertido en lugares peligrosos...

Área: Suburbio. La carretera Condal 21 atraviesa el tablero en dirección este - oeste hasta desembocar en el cruce con la Estatal 69, que discurre en sentido norte - sur. A ambos lados de la calle se alinean locales comerciales de una sola planta.

El  cuadrante NO lo ocupa en su mayor parte un campo cerrado por vallas y arbustos, y ocupado por algunos montones de chatarra, varios coches de desguace y de segunda (o tercera) mano. A su derecha el cuadrante NE lo ocupan varios pequeños comercios (licorerías, hamburgueserías...) alineados entre sí hasta llegar al cruce con la Estatal 69.

Al otro lado de la calle la mitad SO está ocupada por el pub “The Winch”, el edificio objetivo, casi en el centro del tablero. En el cuadrante SE se agrupan dos o tres casas de varias plantas, separadas del pub por una calleja secundaria. La zona trasera de éstos la ocupan varios solares vacíos y un par de garajes.

El pueblo visto desde el norte

Objetivo: Los Pjs deben registrar el pub y comprobar si la emisora de radio del antiguo dueño continua allí.

Despliegue: Los jugadores entran por el borde izquierdo del tablero desde la carretera Condal 21, a la altura que deseen. Los zombis se generan y despliegan de la manera normal.


En este escenario hemos utilizado las reglas de All Things Zombie - Final Fade Out, de modo que tras desplegar los zombis iniciales realizamos varias tiradas para colocar varios marcadores de PEFs (Possible Enemy Forces).
El primero de ellos generó seis zombis dentro del campo de coches usados, entretenidos en devorar lo que parecía un cuerpo, que venían a unirse a los que ya había en la zona.
El segundo se colocó en el extremo noreste de la mesa, al otro lado de la Carretera Estatal. Fuese lo que fuese no resultaría un problema inmediato.
El tercero fue a caer justo en el centro de la mesa, en el edificio más alto de esa zona... ¡Si había un encuentro iba a ocurrir justo en el lugar al que nos dirigíamos!


TURNO 1 (Jugadores 4, Zombis 1)
Joseph y Robert acuerdan dejar a los niños a una distancia prudencial bajo la vigilancia de Will, que parece sentirse algo culpable por haberse ausentado durante los sucesos de la granja. El grupo entra en el pueblo directamente por la carretera, a la vez que varias figuras tambaleantes empiezan a moverse en dirección hacia ellos.
Como suele ser habitual en él, Alex se adelanta al grupo a la carrera. Si se apresura puede esquivar a los zombis que comienzan a acercarse y trepar hasta la pequeña terraza que hay en el pub, desde la que obtener una buena posición de tiro.



Sin embargo falla estrepitosamente la tirada y cae al suelo de espaldas, quedando aturdido... La situación es peligrosa con varios zombis cerca, así que decide utilizar la regla Star Power. La tirada de dado le permite recuperarse y continuar normalmente, aunque pierde 1 REP hasta el final de la partida.



Jack sale a la carrera detrás de él, con su peculiar espada en la mano. Un zombi sale tambaleándose del descapotable que hay estrellado contra el lateral del edificio hacia Alex... Jack lo liquida con un contundente golpe que le parte el cuello.

Con una valla cercando el perímetro, los zombis del campo de coches de segunda mano no suponen un problema, pero Robert decide no arriesgarse y buscar un acceso más discreto por la parte trasera del pub. Un zombi deambula tras la pequeña cafetería y Rob carga contra él con el hacha antiincendios, pero la criatura se revuelve con una agilidad que sorprende al propio Robert, enzarzándose en un forcejeo.



Joseph duda sobre qué camino coger. La situación en la calle principal es insegura pero Jack y Alex no parecen encontrarse en un peligro inminente. Por contra Robert se halla en apuros, así que se lanza a la carrera tras él y arroja al suelo al zombi con un potente golpe de machete, que no obstante no acaba con él.




Apenas levantan la vista para comprobar desalentados que el zombi derribado no estaba solo: varios más se les echan encima y se ven obligados a combatir de nuevo. Robert vuelve a derribar a otro cercenándole un brazo, mientras Robert aplasta el cráneo de otro.
¡Apenas han hecho más que avanzar unos pocos metros, y el pueblo parece bullir de actividad!




Tampoco hay respiro para Jack: dos zombis más salen del callejón lateral y se abalanzan sobre él. Arroja a uno contra el suelo utilizando su arma como un bastón, momento que aprovecha el otro zombi para arrojarse sobre él a sus espaldas. Con unas fuerzas nacidas de la desesperación consigue revolverse y aplastarle la cabeza con varios golpes.





TURNO 2 (Jugadores 3, Zombis no mueven. Se activa un PEF)
Robert y Joseph se encuentran superados en una proporción de dos a uno, así que deciden que tal vez sea mejor idea zafarse del combate: lanzándose a la carrera consiguen llegar hasta la parte trasera del pub. Robert forcejea con la puerta pero no hay manera de abrirla... está cerrada. Con varios golpes de hacha decide romper la ventana. No es una situación para andarse con sutilezas.




Por su parte Jack remata al zombi que había conseguido derribar. Corre hacia la puerta principal del edificio para reunirse con Álex y ayudarle a encaramarse hasta la terraza, que consigue auparse sin problemas...




... para descubrir por la ventana a tres zombis en el interior. Sea como sea, no hay muchas opciones: van a tener que abrirse paso luchando.





TURNO 3 (Evento)
El grupo escucha claramente un ruido que no logra identificar, y a continuación el sonido de un ventanal roto, en algún lugar al fondo de la calle. Poco después observan cómo se alza una columna de humo de alguno de los edificios cercanos a la carretera estatal. Aún así, no están seguros de qué relación pueden guardar estos hechos entre sí.
Lo que sí parece claro es que el fuego parece atraer más atención de la deseada: un nuevo grupo de zombis aparece al otro lado del cruce de ambas carreteras, quedándose en los alrededores.




TURNO 4 (Jugadores 3, Zombis 1)
Ayudado por Alex, Jack se encarama hasta la terraza del pub. Desde allí están por el momento a salvo y tienen una posición de tiro envidiable, de modo que Jack quita el seguro de su fusil y acaba con uno de los zombis que se hallan en el interior. Alex le imita, aunque con peor suerte, y no consigue acabar con ninguno.




Robert y Joseph entran por el hueco de la ventana rota con la esperanza de que pueda ser un punto fácilmente defendible... si consiguen acabar antes con las dos figuras que avanzan tambaleantes entre las mesas del salón. Robert avanza con determinación mientras dispara a los muertos prácticamente a bocajarro. Los disparos hacen trizas la cabeza del zombi más cercano y arrojan hacia atrás al segundo, que tropieza con una de las sillas y cae al suelo. Sin perder tiempo, Joseph se aproxima en varias zancadas y lo remata en el suelo de un disparo.
El interior está despejado, al menos por el momento.


Pero la cantidad de disparos efectuados no pueden traer nada bueno... En la calle comienza a escucharse un coro de gemidos, acompañado por el tintineo metálico de la valla.




TURNO 5 (Zombis 4, Jugadores 1)
Robert y Joseph apenas han tenido tiempo de recuperarse cuando un zombi entra a trompicones por el hueco de la ventana rota, llevando los restos desgarrados del uniforme de la Guardia Nacional. Robert pide ayuda con un gesto urgente a su compañero ¡Si son capaces de empujar la mesa de billar, podrán taponar el pequeño pasillo dándoles algo de defensa!




Pero la mesa resulta ser demasiado pesada y no consiguen moverla con la suficiente rapidez ¡Varios rugidos indican que el resto de los caminantes están a punto de entrar, así que no hay tiempo! Cargando al unísono consiguen llegar a la boca del pasillo y eliminar al zombi que iba en cabeza.

No muy lejos en la primera planta, Jack derriba al zombi restante y lo remata en el suelo con una ráfaga corta de su fusil. Sin embargo, un chasquido le indica que sus preocupaciones no han terminado: se acaba de terminar su munición. Mientras Jack forcejea con su arma maldiciendo por lo bajo, Alex entra en la habitación para comprobar que está realmente despejada.



TURNO 6 (Evento)
Un estruendoso sonido de estática resuena en una de las habitaciones cercanas. El ruido, que sobresalta a Jack y Alex, disminuye y se interrumpe tan rápido como ha aparecido...

TURNO 7 (Zombis 3, Jugadores 1)
...pero ha sido lo bastante intenso para atraer más atención no deseada. Una de las puertas comienza a estremecerse bajo los golpes de los muertos que se hallan al otro lado.



¡Por aquí! susurra Alex señalando la puerta del otro extremo. Tal vez haya una manera de evitarlos.
Alex abre la puerta y se asoma con precaución, pero sin duda no estaba preparado para lo que se iba a encontrar.

Tres cañones les apuntan a escasa distancia.
Alex se queda paralizado por la sorpresa, avanzando unos pasos solo cuando uno de ellos le hace una seña con el arma para que lo haga. Jack, que casi ha tropezado con la espalda de su amigo, se queda inmóvil en el hueco de la puerta.
Un tipo musculoso les apunta con un fusil de aspecto militar, mientras les examina con una expresión pétrea. Junto a él, otro hombre les apunta con un viejo M16. Entre ambos un hombre obeso sostiene un arma, mientras lanza miradas alternativas a sus compañeros y a los recién llegados. Es evidente que está nervioso y algo asustado.

-¿Y bien, pardillos?¿qué se supone que va a pasar ahora?



Jack levanta las manos en un gesto conciliador, mientras se humedece los labios resecos pensando qué decir. Si deciden abrir fuego no tendrán la más mínima posibilidad.

- Creo que eres tú quien decide- dice Jack con cautela.

-Llegáis aquí pegando tiros. Atraéis a todos los podridos de la zona. Rompéis las ventanas para qué puedan entrar ¡¿Sabes qué me apetece de verdad hacer?! Sisea el tipo enorme con rabia apenas contenida.

- ¡Venga tío! No sabíamos que había nadie. Nos hemos refugiado aquí por necesidad. Alex miente con fingida expresión de inocencia.

- Es verdad, no era nuestra intención. Pero aún estamos a tiempo, los cinco podemos salir de aquí si colaboramos. Jack intenta ganar tiempo a toda costa, confiando en que el resto de sus compañeros lleguen y puedan equilibrar un poco la situación.

El tipo obeso mira al cabecilla con una expresión esperanzada, invitándolo a considerar la propuesta, mientras el otro se mantiene a la expectativa con prudencia sin dejar de apuntar con el arma, aunque parece esperar también una respuesta afirmativa.

- No es mala idea, tío. Es el momento para salir de aquí, para quitarnos de enmedio. El Prudente asiente lentamente a su compañero, sin perder su expresión cautelosa.

El Matón parece dubitativo mientras manosea el arma con un gesto nervioso. Fuera, los golpes de los muertos sobre la puerta siguen su cadencia. Finalmente menea la cabeza, como desechando una mala idea.

- Nah. Con estos pardillos no tenemos nada que hacer ¡Estáis ya muertos, sabedlo! ¡No vais a llegar mucho más lejos!- Luego se gira hacia sus dos compañeros con resignación, bajando por fin el cañón del arma - Vosotros veréis qué hacéis, si queréis iros con éstos. Desde luego no vais a estar mejor protegidos.

Alex no entiende del todo qué está pasando, pero está dispuesto a aprovechar este cambio algo repentino: -Entonces de acuerdo. Si queréis venir con nosotros, estupendo. Pero antes queremos comprobar algo en el piso de arriba- dice, arriesgándose a tener que dar más explicaciones de la cuenta.

Los dos nuevos compañeros se detienen bruscamente con expresión pétrea.
- Entonces es mejor que os esperemos aquí. Arriba están... los demás.

A no mucha distancia, Joseph y Robert empiezan a verse en aprietos. Los zombis han comenzado a entrar en el local mientras el ruido de cristales a sus espaldas les da a entender que el acceso principal ya no es seguro. Robert arroja a uno hacia atrás dando tumbos, pero es evidente que no podrán sostener la situación por mucho más tiempo.

¡Arriba!¡Deprisa! dice Joseph agarrando a su compañero por un brazo. Y suben corriendo a trompicones las escaleras.





TURNO 8 (Jugadores 4, Zombis 3)
Jack agarra con fuerzz su arma y toma aire para calmarse, antes de abrir la puerta que aporrean los tres zombis. Retrocede apenas un paso para permitir que el primero de ellos cruce el umbral y desperdiga su cráneo con un disparo a bocajarro. Alex se prepara para recibir al siguiente, pero no resulta necesario: por el hueco de la escalera ve aparecer a Joseph y Jack, que acaban con los dos muertos restantes por la espalda.



Jack pone a sus compañeros al corriente de las novedades a toda prisa. Al pie de la escalera ya se escucha el gemido de los muertos. Apenas ha terminado de hablar cuando fuera en la calle se escucha un estruendo metálico.

Los muertos han echado abajo la valla .




TURNO 9 (Evento)
Cinco nuevos zombis aparecen por los alrededores, sin duda atraídos por el ruido de disparos y la actividad de los otros muertos. No cabe duda que es cuestión de tiempo que localicen al grupo.


TURNO 9 (Evento)
Joseph se detiene en el descansillo, toda esta historia de "los nuevos" y lo que se suponga que les espera en el piso de arriba no le convence en absoluto. Sus compañeros intentan convencerle y la conversación va elevando el tono peligrosamente. Para cuando consiguen que se decida a acompañarles han perdido un tiempo valioso y probablemente hayan alertado a quien se encuentre arriba.


TURNO 10 (Jugadores 4, Zombis 3)
Jack, Alex, Robert y Joseph suben las escaleras con precaución hasta el piso superior, donde se muestra una puerta apenas abierta. Al otro lado no se escucha ningún ruido, ni se aprecia movimiento por el escaso hueco. Robert lanza una mirada a sus compañeros para confirmar que están preparados, cuando una voz sale de la habitación

- ¡Pasad de una vez! Ya sabemos que estáis ahí.
Los Otros les están esperando.

Los otros son media docena. Tres hombres y tres mujeres, bien pertrechados con armas automáticas y con aspecto de saber usarlas. Todos les apuntan conforme van entrando en la sala. Tan solo el líder no lleva armas a la vista y les espera con los brazos cruzados con aire desafiante.
En un rincón, sobre varias cajas, una pequeña emisora emite un tenue zumbido.



- No sois muy listos cuando entráis aquí paseando por medio de la calle.
- No queremos problemas, en serio. Ni venimos a buscar pelea. Alex levanta las manos con gesto conciliador.
- ¿Ah, sí? ¡Pues habéis levantado a todos los podridos del barrio, capullos!¡Deberíamos volaros la cabeza! Le espeta un chico con aspecto de pandillero. El Líder le manda callar con un gesto.

- Mira, tus compañeros nos han dicho que estabais aquí. Hemos venido pensando que podíamos hablar con calma, dice Joseph.

- Ah, habéis conocido a esos dos inútiles. Está visto que no sirven ni para vigilar. Deberíamos haberlos dejado donde los encontramos, al menos la comida duraría más.

Joseph vuelve a intentarlo - Lleguemos a un acuerdo: tenemos munición, y seguro que algo más os podrá interesar. Luego cada uno se vuelve por donde se ha venido

- ¿Y qué es lo que os podría interesar a vosotros? responde el líder con una mueca sarcástica.

Robert pasea la mirada por la habitación con aparente indiferencia -¿Qué tal esa vieja radio?

- Mira Fidel ¡estos quieren llamar a su casita! dice el chico de aspecto de pandillero.

- Esa es una buena observación -dice Fidel- ¿Es que tenéis alguien a quien llamar?

- Robert suspira con resignación, jugándose su mejor carta -Ayer vimos... mejor dicho, oímos... un helicóptero cerca de aquí. Pensamos que tal vez podríamos contactar con el piloto si tuviésemos una radio.

- Eso significa que no estabais aquí por casualidad, que sabíais lo de la radio... Que me la estabais intentando jugar ¿Queríais engañarme a mí, a Fidel?
¡Pues sabed una cosa, nadie jode a Fidel!

Los Otros encañonan al grupo al unísono, esperando una orden de Fidel. Se escucha el débil "click" del seguro de un arma.

Fidel da una zancada y se arrima a Joseph, en su mano aparece un enorme machete que coloca en su cuello. - ¡No hay trato que valga! ¡La radio se queda donde está! ¡Os vais a volver justo por donde habéis venido!
- ¡No puedes hacer eso! la calle está llena de caminantes, dice Joseph con un hilo de voz.
- Exactamente- responde Fidel con una sonrisa cruel - Vosotros los habéis atraído... y vosotros los vais a alejar de aquí. Buena suerte, imbéciles.


EPILOGO

El grupo recogió a sus nuevos miembros y abandonó el edificio saltando por la ventana trasera de la primera planta. Joseph y Robert les confirmaron que la planta baja estaba ocupada por los muertos, y no tenía sentido atraer a un mayor número de ellos con el ruido de una pelea. La suerte decidió no jugar más con ellos ese día, y consiguieron que la maniobra fuese rápida y sin heridos.


Corrieron como diablos para despistar al rebaño de muertos que estaban cerca de alcanzarles, escondiéndose tras las casas cercanas y poniendo cercas y plantaciones abandonadas de por medio. Corrieron durante más de una hora hasta que se permitieron darse un respiro en un bosque cercano. Mientras se esforzaban por recuperar el aliento pensaban en lo cerca que habían estado de que todo hubiese acabado allí, acribillados a tiros o peor, devorados por los caminantes. Y mientras penaban en todo ello nuevas preguntas se alzaban para el grupo:
¿quiénes eran los Otros? ¿quién era ese Fidel? ¿y quiénes eran los dos desconocidos que se  les habían unido?






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