La
nebulosa conocida como Lágrima de los Mártires
se cierne
como un manto rojizo
y silencioso sobre
los sistemas Somerset,
Sardanápalus y Bauxhal, al
suroeste del Subsector Maginor. Este
fenómeno, formado por un enorme cúmulo de gases y polvo estelar, se halla
dispuesto en una amplia franja elíptica en un frente de más de 75
años luz, que los eruditos imperiales creen se originó hace más de
55.000 años a raíz del colapso de una enana roja.
Las primitivas expediciones enviadas por el Departamento Cartograficae documentaron en su interior la existencia de un agujero negro de tamaño medio a una distancia de 16,5 años luz del centro de la nebulosa. En esta región una vasta cantidad de materia se agolpa lentamente, atraída sin remedio y esperando ser absorbida por dicho agujero negro. Su enorme fuerza gravitacional es la que confiere a la nebulosa su característica forma y giro.
La "Lagrima de los Mártires" contemplada desde el sur del plano galáctico. Desde esta perspectiva el agujero negro se halla oculto a los sensores |
La presencia de este agujero negro interfiere de alguna manera poco clara en la fluidez de las comunicaciones astropáticas y en los saltos efectuados al Inmaterium. Como resultado se trata de un espacio difícil de atravesar, donde abundan las anomalías y las tormentas disformes. Esto provoca que el tráfico hacia el interior de la nebulosa sea escaso y arriesgado. La consecuencia directa de esta difícil navegación es que control imperial sobre la región es como mucho inconstante, por lo que esta región se convierte a menudo en el refugio de grupos e individuos que han escogido vivir aparte de la Lex Imperialis por motivos muy diversos. No son raros los asentamientos de comunidades aislacionistas o fanáticos religiosos en busca de una tierra prometida, que malviven en aquellos planetas capaces de soportar vida.
Por
otro lado los campos de asteroides, los pequeños planetoides y los
planetas más alejados ofrecen bases de operaciones seguras para
piratas y fugitivos que prueban fortuna en estas regiones
desamparadas, desde donde lanzan frecuentes incursiones contra los
asentamientos peor defendidos. En estas regiones la supervivencia es
una cuestión más de resolución personal que de la presencia de
gobernantes y patrullas. Sin embargo no son estos bandoleros los
principales enemigos que acechan en las profundidades de la nebulosa.
Diversos estudios estiman la existencia de entre 50 y 200 sistemas estelares en las regiones más internas de la nebulosa. Solo los sistemas más periféricos han sido sometidos a un estudio somero, ya que la nebulosa permanece fuera del espacio bajo control directo del Imperio. La expedición llevada a cabo por el Magus Biologis Andriy Bogda (548M38) verificó la existencia de al menos tres imperios orkos en la zona suroccidental de la nebulosa, inmersos en un interminables guerras intestinas. Históricamente algunas expediciones se han originaron en esta región, lo que parece explicar la presencia de grupos dispersos dentro del territorio imperial (Referencia cruzada: Waaagh!! Zacodemugre, Iklios Tertia)
Los orkos se hacen con Jarkov, la capital de Iklios Tertia. (Fuente: Departamento de Propaganda) |
Asimismo las actividades de renegados y herejes han experimentado un paulatino aumento en la última época, tanto como para atraer la atención de las autoridades imperiales y del propio Ordo Hereticus. Las frustradas rebeliones que se dieron en Port Belisario y Colona Geneusis son un claro ejemplo de esta actividad subversiva, que podrían apuntar a las actividades de Traitoris Extremis (Ref: Legión Alfa. Acceso denegado por orden inquisitorial), y las autoridades del Subsector sospechan que el interior de la nebulosa alberga varias bases de estos traidores. Muestra de ello es que el Campo A-457, en las proximidades de la nebulosa, se halla bajo la constante vigilancia de las autoridades imperiales tras la Guerra de Jarkov ante la sospecha de posibles bases y puestos de escucha de (CENSURADO POR ORDEN INQUISITORIAL).
Asimismo se ha logrado constatar la presencia de otras facciones de Traitoris Extremis (Ref: Guerreros de Hierro. Acceso denegado por orden inquisitorial) en torno al Sistema Interior-2, durante la Cruzada de Santa Ekaterina en M39. (Referencia cruzada S234-3: Batalla de Puerta Calaveras.). En los últimos años el número de naves sin identificar y sospechosas de servir a estos grupos ha aumentado, aunque también es cierto que hasta el momento no se han producido enfrentamientos de relevancia.
Otro
aspecto a destacar es el elevado número de mundos muertos en las
regiones periféricas cercanas al Sistema Bauxhal, donde doce de los
veintiún planetas existentes parecen haber albergado organismos
complejos o civilizaciones en los últimos 32.000 años. Todos ellos
todos han sido arrasados por cataclismos de origen diverso.
(Referencia: Abismo Cerrado; Polvoriento; Cruce Silencioso)
Siendo
como es una región poco productiva, excesivamente amplia y rodeada
de distintas amenazas potenciales, las autoridades del Sector
Sardanapalus carecen de los medios suficientes como para garantizar
su total seguridad. Por ello la estrategia más habitual suele ser la
de organizar guerras preventivas y rápidas campañas de castigo
contra los sistemas periféricos de la Nebulosa. El resultado se
suele traducir en éxitos poco duraderos más allá de eliminar bases
de piratas, asentamientos orkos y hostigar a fugitivos de la
Inquisición. La única operación de gran envergadura en esta zona
fue la Cruzada de Santa Ekaterina a principios del 39M, que abarcó
varios sistemas y consiguió establecer una serie de “mundos tapón”
que han otorgado una relativa estabilidad en la frontera
suroccidental de la nebulosa.
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