Día -7.
Actos religiosos masivos por todo el país. Proliferan
predicadores y grupos milenaristas, que anuncian la inminente llegada del Apocalipsis.
Día -6. Palestine, Texas.
La
continua afluencia de refugiados supera cualquier posibilidad de
alojamiento y manutención. Las tiendas de acampada proliferan en
plazas, parques, estadios… El comité de emergencia impone las primeras medidas
de racionamiento.
Se extienden rumores de extralimitaciones en las patrullas que
vigilan los accesos a Palestine. Algunas voces denuncian la actuación
de los especuladores, lo que da lugar a numerosas protestas y a un escándalo
que llega a salpicar a algunos miembros de la corporación municipal.
El Palestine Herald recibe un aviso bajo cuerda para que modere sus
escritos.
La
oficina del sheriff, sobrepasada por la falta de hombres para
mantener el control de las carreteras y la seguridad en Palestine,
solicita ayuda urgente a la oficina del gobernador.
Día -4. Palestine, Texas.
Cortes
intermitentes en el suministro eléctrico. Se recrudece el malestar
de los refugiados, que se llevan la peor parte de una incipiente ola
de calor y la escasez de comida y agua. Proliferan los pequeños
robos y se constata el saqueo de algunas granjas periféricas
abandonadas. Las sospechas caen sobre algunos grupos de auxiliares,
pero ninguna denuncia oficial es hecha pública. El director del
Palestine Herald dimite.
Dos
aviones con algunos miembros del gobierno local y sus familias despegan
del aeropuerto municipal. Un tercer avión sale hacia Houston, pero por motivos
desconocidos nunca llega a su destino.
La Guardia Nacional llega a Palestine: ochenta efectivos de la 27ª Compañía de Ingenieros bajo el mando del mayor Kassovitz. Casi de inmediato surgen fuertes
diferencias con el sheriff Greg Taylor respecto al mando de la zona.
El plan de actuación establece dos zonas de actuación: un anillo alrededor de Palestine
dirigido por el sheriff, que controlará las carreteras y las patrullas
rurales, y un retén de la policía en la comisaría de la ciudad que
mantendrá el orden dentro de ésta. En segundo lugar una fuerza móvil de reserva
dividida en tres secciones, coordinados por el mayor Kassovitz.
Aparecen varios casos
de disentería. Los afectados son inmediatamente trasladados al
Hospital Regional y puestos en cuarentena.
La
iglesia católica del Sagrado Corazón, como otros cientos en el
resto del país, organiza un último y multitudinario servicio
religioso. Se hace una llamada a la población para que no salga de
sus casas o de los refugios asignados.
Día -3. Palestine, Texas.
Incidente
en el Hospital Regional. Las noticias confusas. Pérdida sin rastro en el
interior de dos agentes de policía y de un equipo de intervención
enviado posteriormente. Antes de acordonar la zona se desata un
salvaje incendio en una de sus alas.
Las cenizas caen sobre la población durante días, cubriéndola de
un manto gris.
Ante
la amenaza de una sublevación, el mayor Kassovitz permite fletar un tren de mercancías con civiles en dirección a
Trinity. El convoy parte de la estación de la Union Pacific Railroad
y consigue avanzar en dirección sur casi 30 km, antes de encontrar
la vía obstruida.
Día -2. Palestine, Texas.
El incidente de la granja Bumstead. Un grupo de muertos
(los denominados Glotones)
irrumpe sobre uno de los campamentos a cielo abierto de refugiados,
después de pasar diez días ocultos en la granja Bumstead devorando todo el
ganado. Se produce una auténtica estampida, que a su vez provoca sucesivas
oleadas al contagiarse entre los distintos campamentos. Los heridos
y muertos por aplastamiento se constatan por decenas.
Algunos
miembros de la policía, con caballos y equipo antidisturbios, y
soldados del 3º Pelotón de Reserva intentan contener y controlar a
la multitud pero son sobrepasados en diversos puntos. Los muertos se
entremezclan con los vivos aumentando la confusión. Los miembros
de las fuerzas de control abren fuego sobre el gentío, incapaces de
distinguir a unos de otros.
El
tren que salió cargado de refugiados hacia Trinity consigue regresar. Durante el
viaje de regreso ha perdido tres vagones y el 40% de sus pasajeros, entre las
bajas y los que decidieron abandonar el convoy a medio camino.
Día -1. Palestine, Texas.
El mayor
Kassovitz
pide repetidamente refuerzos al personal de la comisaría sin recibir
respuesta. Acusaciones mutuas de negligencia en la colaboración
entre la policía y de la Guardia Nacional. El capitán
Kassovitz
reduce los efectivos que controlan las carreteras para reorganizarlos
en el interior de Palestine y ordena arrestar al sheriff Taylor.
Las
comunicaciones con los exteriores son filtradas y controladas por la
unidad de comunicaciones de la Guardia Nacional, lo que lleva a
pensar que la situación en otros núcleos no es mucho mejor. Algunos
servidores de internet llevan días sin señal y las lineas
telefónicas están saturadas.
Día 0.
Se inicia el repliegue.
Durante una larga noche se intenta
dividir la ciudad en dos sectores, colocando controles en los
principales cruces con la calle West Spring y la avenida East Park.
Algunos incendios que continúan incontrolados provocan la
multiplicación de los cortes de luz, mientras se producen saqueos en el
interior de la población.
Comienza a prepararse la Posición
A
(“Alfa”
en terminología milita, que será conocida como “Álamo” entre
sus ocupantes) en el edificio del ayuntamiento, donde se instala el
comité de emergencia y el puesto de mando de la Guardia Nacional.
Al amanecer comienzan a llegar caminantes
por los distintos accesos a la ciudad; todo hace pensar que algunos de
los controles exteriores han caído, o han sido abandonados.
Ante
la amenaza de quedar rodeados, el perímetro defensivo en torno a la
Posición A se va reduciendo paulatinamente. Se producen furiosos
combates hasta que el agotamiento de la munición obliga a retirarse
una y otra vez a los distintos grupos de defensa.
El
Álamo acoge a un gran número de familias de refugiados y
habitantes de Palestine afectados por los incendios. Otros escogen permanecer fuera de lo que consideran una trampa mortal.
Ambos grupos, protegidos tras los muros, comprueban cómo los
disparos se hacen cada vez menos frecuentes.
Después
llegan los muertos.
EPÍLOGO.
El
Álamo aguantará varias embestidas. La resistencia dura una
semana, dos días más que la munición y tres más que las reservas de agua. Se produce una
última y desesperada salida, un voluntario suicidio para la mayoría
que lo intenta.
Después, los disparos se extinguen definitivamente.
WOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
ResponderEliminarNo puedes dejarlo asíiii!
Estoy impaciente por ver que pasa ahora!
¿Ahora?
ResponderEliminarQue nuestros protas se juegan el pellejo intentando sobrevivir en medio de la devastación y los caminantes ;D
¡Seguiremos informando en breve!
¡Ésto promete mucho! Me teneis enganchado. Enhorabuena y suerte para los protas.
ResponderEliminarGracias! Tu blog ha sido un estupendo punto de partida y referencia a la hora de meternos en este sarao ;)
ResponderEliminarEsta tarde, un escenario "histórico" de la campaña: el accidente en la Condal 79. A ver qué tal!