A veces, leyendo libros de historia, uno se encuentra con situaciones y personajes realmente notables. Seguro de que alguien aficionado a la Historia como Dan Abnett también ha conocido este episodio, y que le sirvió de inspiración para cierto joven gaitero tanith...
La 1ª Brigada de Servicio Especial de
lord Lovat desembarcó también cerca de Colleville. Sus comandos
habían tirado los cascos en el último momento y en su ligar
llevaban las boinas verdes con las insignias de su regimiento. Lovat
llevaba consigo a su propio gaitero, Bill Millin, de los Cameron
Highlanders. Millin estaba muy contento de que Lovat fuera el primero
en salir de la lancha, pues medía más de 1,80 m. y habría podido
indicar a los demás la profundidad del agua. El hombre que iba
inmediatamente detrás de Lovat recibió un tiro en la cara y cayó
fulminado. Millin saltó al agua y se estremeció de frío cuando su
falda escocesa se abrió a su alrededor. Cuando por fin pudo empezar
a andar en medio de las olas se puso a tocar "Highland Laddie".
Lovat se volvió a mirarlo y le hizo un gesto de aprobación con el
pulgar, pues se trataba de una marcha de su antiguo regimiento, los
Scots Guards. En medio del fragor de los morteros, los gritos y el
tiroteo de las armas pequeñas, Millin casi no pudo dar crédito a
sus oídos cuando Lovat le preguntó si le importaba desfilar por la
playa arriba y abajo tocando "The Road to the Isles" mientras
desembarcaba el resto de los hombres. A la mayoría de los que
llegaron a la playa les encantó, pero uno o dos casi perdieron los
estribos ante lo que consideraron un conducta desquiciada.
Foto de Bill Millin en pleno Día D |
Aunque más tarde de lo previsto, Lovat
condujo a sus tropas a marchas forzadas hacia el interior del país,
en dirección a los dos puentes de Bénouville capturados por la
compañía de John Howard a primera hora de la mañana. La singular
valentía de Lovat había hecho que sus hombres le llamaran el “loco
hijo de puta”. Aunque era un gran luchador, seguía teniendo, como
vigésimo quinto jefe del clan Fraser que era, un toque de gran
señor.
(…)
Lovat se volvió hacia Millin:
- muy bien, gaitero. Empiece a tocar
otra vez y no deje de hacerlo mientras pueda hasta que lleguemos a
Bénouville. Allí están los aerotransportados en los puentes, y
cuando oigan la gaita, sabrán que estamos a punto de llegar.
Del libro "El Día D. La batalla de Normandía", de Antony Beevor.
Bill Millin murió el 18 de agosto del año pasado a los 86 años de edad. |
Tengo ese libro... me encató ese relato y sí... parece que Dan se basó en él.
ResponderEliminarCasi los matan parece ser un par de veces.
Hay que tenerlos cuadrados eh??
Ya te digo...
ResponderEliminarEs una cosa que me llama mucho de la tradición militar inglesa, esa concepción aristocrática de los oficiales y del mundo militar, a menudo poco práctica y en gran parte obsoleta. Pero tiene su encanto, sin lugar a dudas!
Menuda historia! me he quedado ensimismado.
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